lunes, 11 de julio de 2011

Los juegos en la clase de idiomas


Hace unos días, buscando en Internet algún juego que llevar a clase, cayó de nuevo en mis manos un artículo de Marco Mezzadri a propósito de la didáctica lúdica. El artículo tiene ya su tiempo, pero me ha hecho plantearme algunas cuestiones.

Proponer juegos (entendiendo juego en el sentido más amplio) en una clase de idiomas puede ser una forma excelente de potenciar la creatividad de nuestros alumnos, una forma de que aprendan inconscientemente y de potenciar la capacidad de relacionarse entre ellos y con el propio profesor. Además, la ejecución de un juego, como explica en su artículo Mezzadri, nos obliga a concentrarnos tanto en el proceso para desarrollar correctamente la actividad (a través del respeto de las reglas, por ejemplo), como en el resultado, motivándonos y empujándonos a jugar para ganar.

Sin embargo, no siempre es fácil llevar este planteamiento a la práctica, especialmente con alumnos adultos, que suelen ser más reacios a estas actividades, ya que muchos no lo ven como algo serio. Así como tampoco todos los juegos funcionan con todos los grupos por mucho que nos esforcemos en conseguirlo. Pero si de pequeños aprendemos jugando, ¿por qué no seguir haciéndolo durante el resto de nuestra vida? Al fin y al cabo es una forma más de aprender haciendo.

Es muy importante generar en los alumnos una actitud positiva y motivarlos. Si somos capaces de hacer esto, seguramente responderán bien a esta actividad. Lo que yo suelo hacer, y he comprobado que funciona bastante bien, es implicarme de lleno cuando propongo un juego, ser siempre el primero en jugar, el primer «voluntario». Esto vale para cualquier actividad, y hace que los alumnos no se sientan tan ridículos o que les dé menos vergüenza jugar después de haber visto ya al profesor haciéndolo, ya que en muchos casos es este miedo el que les echa para atrás ante este tipo de actividades.

Yo soy bastante partidario de jugar en clase, eso sí, siempre que esté justificado. En mi opinión, el mejor momento para introducir un juego es al final de una unidad didáctica, a modo de repaso o como evaluación, pero en realidad, cualquier momento puede ser bueno, depende del objetivo que pretendamos alcanzar con él.

Aunque me gustaría decir muchas más cosas sobre este tema, no quiero alargarme demasiado. Me despido con un par de enlaces a juegos que podemos plantear en una clase de idiomas, pero hay muchísimos más en la red. Aunque están pensados para la clase de E/LE, se pueden adaptar a cualquier lengua.


Y vosotros, ¿qué pensáis sobre incluir juegos en clase?


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5 comentarios:

  1. Me ha encantado este post Ricardo y estoy totalmente de acuerdo. Ser el primero en involucrarse en el juego es clave y en mi experiencia personal, los adultos también agradecen este tipo de actividades. Ahora, lejos de ser fácil plantearlas, explicar bien las instrucciones y las reglas del juego es algo que puede resultar complicado y debemos tener bien planificado de antemano.

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  2. Yo también coincido en la utilidad de los juegos en el aprednizaje de lenguas; en realidad estoy a favor de cualquier estrategia que pueda servir al grupo para que se involucre en el proceso de enseñanza. En mi opinión, el mejor momento para introducir un juego es al principio de la unidad como warmer, pero coincido en que cualquier momento puede ser bueno.

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  3. Estoy de acuerdo contigo Lola, a veces pecamos de seguros y pensamos que sabiendo cómo se juega está todo listo y no pensamos que el saber dar esas instrucciones correctamente es primordial para el correcto desarrollo del juego. Alguna vez me he visto interrumpiendo la actividad porque había olvidado decir algo que no llevaba preparado.

    Mónica, como dije en la entrada, cualquier momento es bueno para plantear un juego, según los objetivos que pretendamos con él. A mi me gusta usarlos como refuerzo de algo ya visto en clase, pero como warmer funcionan igualmente bien. Tú lo has dicho, uno de los objetivos es que el grupo se involucre.

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  4. Muy buena entrada Ricardo, te diré que al ser de carácter reservado nunca me atrajeron los juegos hasta que en el curso de Formador nuestra magnífica profesora nos llevó de la mano y consiguió que me resultaran interesantes. Y se pueden utilizar en otros ámbitos que no son el educacional, tanto es así que en una reunión de miembros de una asociación, una amiga me pidió ejemplos de juegos y le fue de maravilla.

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  5. Hola Ricardo, como maestra de Educación Infantil te podrás imaginar el valor pedagógico que le considero al juego. En la enseñanza, a todos los niveles, ha de estar presente aunque entendiéndolo como un elemento más de nuestra programación por lo que debe tener siempre unos objetivos.

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